1. (Prólogo) La caída de Vlad Draculea (Drácula) - 1476
En 1460, nació Alucard Aris, hijo de Vlad Drácula, en una época marcada por guerras y oscuridad. Su padre, Vlad III Drácula, conocido como "El Empalador", gobernaba con fuerza y brutalidad, protegiendo sus tierras de enemigos tanto humanos como sobrenaturales. Desde su infancia, Alucard fue entrenado para la batalla, bajo la atenta mirada de su padre, quien sabía que el mundo era peligroso y lleno de amenazas.
Pero todo cambió en 1476, cuando Alucard tenía solo 16 años. Su padre, Vlad Drácula, fue arrastrado a una guerra contra un ejército de demonios liderado por Azrael, una oscura y poderosa entidad. En el campo de batalla, las fuerzas de Azrael desataron una tormenta de destrucción sobre el ejército de Vlad. En medio de la lucha, el hermano mayor de Alucard, Mordrek, quien también era parte del ejército, tomó una decisión inesperada y cruel: abandonó el campo de batalla. Mordrek, cegado por sus propios deseos de poder y resentimientos ocultos, dejó a su padre a merced de las hordas demoníacas, sabiendo que su ausencia sellaría el destino de Vlad.
Sin el apoyo de su primogénito, Vlad Drácula fue superado por las fuerzas de Azrael. En un enfrentamiento final, Azrael acabó con la vida de Vlad, desatando una oscuridad aún mayor sobre las tierras que él había jurado proteger.
Alucard, gravemente herido entre los escombros y el caos, fue rescatado por dos leales aliados de su padre, Mirela y Nicolae. Aunque su vida fue salvada, el dolor y la rabia por la traición de Mordrek y la muerte de Vlad lo marcarían para siempre. Ese día, no solo perdió a su padre, sino que también comenzó el oscuro camino que lo llevaría a su transformación en vampiro y a su inevitable enfrentamiento con su propio hermano.
2. Nocturna - El Artefacto de las sombras
Orígenes antiguos
Los orígenes de Nocturna se remontan a épocas ancestrales, mucho antes de que los vampiros caminaran por la Tierra. En un tiempo olvidado, Nocturna fue forjada por los Magos del Crepúsculo, un grupo de hechiceros poderosos que controlaban los hilos de la realidad misma. Estos magos crearon el artefacto con el propósito de canalizar el poder cósmico de las estrellas y alterar el tejido de la existencia a voluntad. Lo tallaron con símbolos antiguos y lo imbuyeron de una esencia volátil: la voluntad del dolor y el deseo.
Nocturna pasó de manos en manos, siempre causando caos y tragedia, pues quienes intentaban controlar su poder a menudo sucumbían a la locura o al deseo insaciable de dominar a otros. Eventualmente, el artefacto cayó en las manos del vampiro Mordrek, el hermano mayor de Alucard Aris.
Mordrek y Nocturna
Mordrek (hermano mayor de Alucard) encontró a Nocturna mientras exploraba las profundidades de una cripta oscura en las tierras olvidadas del norte. Allí, atrapada entre los huesos de antiguos reyes caídos, estaba la gema oscura de Nocturna, latente, esperando a un nuevo dueño. Sediento de poder y consumido por los celos que sentía hacia su hermano, Mordrek usó Nocturna para amplificar sus habilidades vampíricas. La gema tomó la forma de una espada mágica para él, capaz de alterar las percepciones y las realidades de aquellos a su alrededor, torciendo sus voluntades y creando ilusiones devastadoras. Con este poder, Mordrek se convirtió en una figura casi invencible, y fue así como ideó su traición a Alucard.
La traición y transformación de Nocturna
En la fatídica batalla entre los dos hermanos, Mordrek llevó a Alucard a una emboscada, usó Nocturna para crear ilusiones y lo debilitó antes de enfrentarse a él directamente. Durante este enfrentamiento brutal, Alucard fue gravemente herido y transformado en vampiro por Mordrek. Sin embargo, lo que Mordrek no previó fue que, en medio de su furia y dolor, el alma de Alucard resonaría profundamente con Nocturna.
Cuando Alucard, consumido por el sufrimiento y la rabia por la pérdida de Luna y la traición de su hermano, logró arrebatarle Nocturna a Mordrek, el artefacto cambió para siempre. Sintiendo la conexión con el alma atormentada de Alucard, Nocturna dejó de ser una espada y adoptó la forma de una guitarra eléctrica, tallada con los símbolos antiguos pero ahora transformada para ser un canal de la furia y la música del vampiro. Nocturna, bajo el dominio de Alucard, se convirtió en una extensión de su ser, una fusión de su dolor, poder y maestría musical.
El poder de Nocturna
Nocturna no es solo una guitarra. Es un artefacto viviente, que cambia de forma y responde al estado emocional de Alucard. En sus manos, se manifiesta como una guitarra eléctrica, pero en otros momentos puede convertirse en una espada afilada o incluso en un cuervo, que actúa como su mensajero y guardián. Esta guitarra tiene la capacidad de amplificar los poderes de Alucard, permitiéndole anular los poderes de sus enemigos mientras toca, volverse invulnerable, y usar su música como un arma devastadora. Las notas que toca pueden controlar multitudes, sanar o infligir dolor, convirtiendo cada concierto en una experiencia tanto artística como bélica.
Nocturna no está completamente bajo el control de Alucard; el artefacto tiene una voluntad propia. Aunque ha encontrado un dueño en el vampiro, sigue siendo un objeto de poder indomable, que reacciona según el estado emocional de quien lo posea. En manos de otros, Nocturna podría volver a tomar diferentes formas, pero con Alucard, ha encontrado una fusión perfecta entre la furia inmortal y el arte de la música.
Legado
Desde que cayó en manos de Alucard, Nocturna ha sido testigo de batallas épicas, conciertos legendarios y composiciones musicales que resuenan con la esencia misma de la existencia. Las canciones más famosas de Alucard, como "Furia Inmortal" y "Lágrimas de Luna", fueron compuestas con Nocturna, canalizando todo el dolor de su pasado en riffs cargados de poder. Ahora, Nocturna sigue siendo el compañero fiel de Alucard, una guitarra que no solo es un arma, sino una manifestación física de su alma inmortal.
El destino de Nocturna está entrelazado con el de Alucard. Mientras él viva, el artefacto continuará siendo su aliado más poderoso, resonando con cada nota, cada batalla y cada sombra que cruza su camino.
3. Batalla entre hermanos
El enfrentamiento entre los dos hermanos fue titánico, una lucha de proporciones épicas. Mordrek, confiado en su poder, desató toda su magia, utilizando ilusiones y amplificando su fuerza, pero Alucard, impulsado por el dolor y la rabia, se convirtió en una fuerza imparable. A cada golpe, el castillo temblaba, y las sombras se retorcían ante el poder de ambos vampiros.
En medio de la batalla, Mordrek reveló su más preciado tesoro: un artefacto antiguo, una joya de poder ilimitado conocido como Nocturna. Este artefacto, forjado en las sombras, tenía la capacidad de amplificar los poderes de su dueño, dándole control sobre las fuerzas más oscuras y la habilidad de alterar la realidad misma. Mordrek lo había usado para aumentar sus propios poderes y mantener a Alucard bajo su control.
Sin embargo, Alucard, consumido por la desesperación y la furia, vio en Nocturna no solo una fuente de poder, sino también su única oportunidad de redención y venganza. En un movimiento inesperado, logró arrancar el artefacto de las manos de Mordrek, y en ese momento, el destino de ambos hermanos cambió para siempre.
Nocturna, al sentir el dolor y la desesperación en el corazón de Alucard, comenzó a resonar con un poder ancestral. El artefacto reaccionó a su nuevo dueño, transformándose en algo mucho más acorde con el alma de Alucard. En lugar de un simple cristal, Nocturna se alzó en el aire, irradiando una luz oscura y poderosa. Luego, en un destello cegador, comenzó a cambiar de forma, adoptando una estructura que parecía inconcebible en ese tiempo.
Ante los ojos asombrados de Alucard y Mordrek, Nocturna descendió del cielo convertido en una guitarra eléctrica, un símbolo del dolor y la ira que latían en el corazón de Alucard. La guitarra, tallada con símbolos antiguos y emanando un poder indestructible, se posó suavemente en las manos de Alucard. En ese instante, Alucard supo que Nocturna no era solo un arma, sino una extensión de su alma, capaz de canalizar su furia y su dolor a través de la música, la batalla, y la magia.
Con un grito lleno de ira y dolor, Alucard blandió la guitarra transformada, y con un solo acorde, liberó una onda de poder que sacudió los cimientos del castillo. Mordrek, sorprendido por la transformación del artefacto, retrocedió, sintiendo por primera vez el miedo ante la fuerza desatada por su hermano.
4. Capítulos de Narración
Capítulo 1 de [El legado maldito]
Capítulo 2 de [El legado maldito]
Capítulo 3 de [El legado maldito]